José Fernández Germán, padre de 5 hijos, es un buen ejemplo de que trabajando de forma honrada es posible progresar.
Este hombre, de 35 años, instaló su propio negocio de fotocopias con el que gana el sustento de su familia.
“La vida está muy dura, pero yo lo que quiero es trabajar, echar mis hijos para adelante”, expresa.
Cuenta que se levanta bien temprano y se traslada en taxi desde el capitalino barrio 27 de Febrero hasta el lugar donde tiene ubicado su negocio, situado en la intersección de las avenidas Bolívar con Máximo Gómez.
Don José comienza su faena a las 6:00 a.m. y termina a las 4:00 p.m., de lunes a viernes. Cuenta que el servicio por copia cuesta 3 y 5 pesos. “Me gano entre 1,900 pesos y 2 mil pesos diariamente”, dice Fernández.
“Esta idea me vino a la mente un día que vine a sacar un papel de buena conducta aquí (al Centro de Atención Ciudadana de la Procuraduría General de la República)”, indica.
“Caminé mucho en esta área, buscando una fotocopiadora. Hablé con un amigo, el cual es mi socio, y compramos la impresora y buscamos un inversor barato y dos baterías y, desde hace dos meses y pico, estoy aquí en la acera, sin tirar un solo papelito a la calle. No hay que hacer lo mal hecho para ganarse la vida”, expresa sonriente.
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